Cierran la misión militar de EE.UU. en Defensa

María Elena Polack LA NACION
Con la misma discreción con la cual se negoció la reestatización de la fábrica de aviones Lockheed, se trabaja para desarticular las oficinas que la misión militar de los Estados Unidos ocupan desde hace décadas en el Edificio Libertador.
Así lo admitió ayer la ministra de Defensa, Nilda Garré, al explicar que no existen problemas con las autoridades diplomáticas norteamericanas por cuanto "entendieron que esas cosas no son lógicas, más aún cuando no existe un mecanismo de reciprocidad".
Es más, colaboradores suyos dejaron trascender que la administración liderada por Barack Obama ha dado el visto bueno para que se cumpliera con el pedido argentino.
En declaraciones públicas, Garré al hablar de las razones que motivaron la medida, amplió: "Dado que no hay presencia de militares argentinos en el Pentágono, es algo lógico [que se cierren las oficinas en la cartera de Defensa], porque son áreas en las que no es razonable que haya fuerzas extranjeras presentes".
La decisión de cerrar las oficinas de la agregaduría militar de los Estados Unidos del piso 13 de la sede del Ministerio de Defensa se tomó hace varios meses y se trabaja con discreción.
Ese país era el único que tenía el privilegio de ocupar despachos en la misma sede de la cartera de Defensa. En 1973, pero de manera efímera, Francia también tuvo destacados en esa sede, que funcionaba en otras dependencias, a sus agregados militares. Cabe recordar que a finales de los años 90 se unificó en el Edificio Libertador la sede del Ministerio de Defensa y la jefatura del Estado Mayor Conjunto.
"Parece una lógica obvia, que no puede haber presencia de fuerzas extranjeras, de ninguna fuerza extranjera en el área de la defensa argentina", explicó en declaraciones radiales.
Las dos oficinas de los Estados Unidos -una dedicada a trabajo científico y otro a la misión militar propiamente dicha- albergaban aproximadamente a una decena de personas. Estaba en el mismo piso en que funciona la jefatura del Estado Mayor Conjunto y dos pisos por encima del propio despacho de la ministra Garré y de los secretarios de Defensa. En el Edificio Libertador, también se encuentra la Jefatura del Ejército, en el tercer piso.
No sólo se dispuso el cierre de esas oficinas, cuyos responsables trabajarán directamente en la sede diplomática de los Estados Unidos como lo hacen otras representaciones extranjeras en el país, sino que la misma directiva les fue impartida a los comandos de la Armada y de la Fuerza Aérea.
Garré planteó que el cierre de la misión militar norteamericana era "algo de fuerte sentido simbólico". "Nos parecía razonable, en un ejercicio de nuestra soberanía, que fueran así las cosas", concluyó.

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